Deleite fantasmagórico de sombras e ilusiones de luz; encanto de lo sublime en la transfiguración constante de lo visual.

lunes, 27 de febrero de 2012

El artista: arte en la expresión máxima del silencio.


¡Habla! ¡HABLA!

El artista es más que una película; es una cátedra magistral de la historia del cine norteamericano. George Valentine, el artista, rindiendo un homenaje también silente al mítico director, actor, y productor Douglas Fairbanks, declara su resistencia a la llegada del cine sonoro que transformó todos los parámetros del cine silente, de forma parecida a como el gran ilusionista George Meliés, Charlie Chaplin, o tantos artistas del Slapstick lo hicieron en su momento.  
            Valentine, se resiste a hablar. Para él la belleza del cine reside en su expresión y no en el artilugio sonoro; ser verdadero artista. “Esto es el futuro”. “La gente pide carne fresca”. Declarar batalla a una industria que transfigura la condición del arte se queda en una afrenta solitaria en la que tan solo prevalece el orgullo. Los espectadores tan solo son consumidores de las almas de los artistas que se presentan en la pantalla, a quienes pueden desechar en su constante reciclaje de emociones. Meliés quien prácticamente inventó el cine argumental y fue un verdadero demiurgo de la imagen, termina sus días vendiendo golosinas en una estación de tren. ¿Habrá querido Chaplin encarnando un gran dictador inventar un idioma de jerigonzas para no dejar de dar la pelea?
            Cine dentro del cine, juegos de sincronización entre imagen y sonido, cada plano llevado a un nivel máximo de expresión a partir de la composición y la expresión semiótica, actuaciones que deleitan, hasta las no humanas, pues el personaje del perro es tan magistral como el simio de Buster Keaton en el camarógrafo, reflexiones sobre el orgullo como cualidad inherente a muchos artistas, gags, momentos trágicos, intertítulos incisivos, hacen del artista, a mi humilde parecer, una obra perfecta que aparte de ser una cátedra magistral de la historia del cine, un digno homenaje al cine mismo y al arte.